BIOGRAFÍA
Jens Juul Holst (Copenhague, Dinamarca, 1945) obtuvo el título de máster en Ciencias Médicas en 1970 y el de doctor en la misma disciplina en 1978, en ambos casos en la Universidad de Copenhague. Desde 1996 es catedrático de Ciencias Biomédicas en la Universidad de Copenhague y durante una década (2010-2020) fue director científico del Centro Fundación Novo Nordisk de Investigación Básica en Metabolismo —con sede en la misma universidad— en el que hoy es jefe sénior de grupo. En la facultad de Ciencias de la Salud dirige el clúster de investigación sobre Endocrinología y Metabolismo y entre 1995 y 2002 fue vicedirector del Centro Biotecnológico de Péptidos Señal. Es cofundador de las start-ups Antag Therapeutics y Bainan Biotech y autor de más de 2000 publicaciones, casi 1700 de las cuales figuran en PubMed. Ha sido profesor visitante en la Universidad Farmacéutica de Guangdong (China) y en la actualidad imparte más de 30 presentaciones al año en países de América, Asia y Europa.
CONTRIBUCIÓN
En su experiencia como cirujano, Jens Juul Holst había comprobado que los niveles de azúcar en sangre de algunos pacientes descendían hasta niveles peligrosos después de pasar por el quirófano. Parecía claro que se debía a que el intestino estimulaba en exceso la producción de insulina, pero el mecanismo preciso no se conocía.
A principios de los años 1980, de manera independiente a sus colegas en Massachusetts, Holst y su equipo encontraron que el GLP-1 estimulaba la producción de insulina en el páncreas. Además, vieron que inhibía la producción del glucagón, una hormona producida por el páncreas que aumenta el nivel de azúcar en la sangre. Esta segunda propiedad les resultó fundamental ya que era precisamente lo que necesitaban los pacientes de diabetes tipo 2, y enseguida decidieron comprobar si servía como agente terapéutico.
El éxito del medicamento fue palpable desde los primeros estudios, y un gran ensayo clínico en el año 2002 sentó las bases para la aprobación en 2005 del primer medicamento basado en el GLP-1 para tratar la diabetes tipo 2. Holst también demostró el efecto saciante del GLP-1 en humanos, y en 2014 se aprobó el primer medicamento contra la obesidad basado en este péptido.
Los beneficios del GLP-1 para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad resultan trascendentales, reduciendo el riesgo de efectos secundarios comunes así como el de complicaciones asociadas a ambos trastornos.