Lars Peter Hansen (Illinois, Estados Unidos; 1952) se licenció en 1974 en Matemáticas por la Universidad del Estado de Utah. En 1978 se doctoró en Economía por la Universidad de Minnesota, y desde 1984 ha ocupado distintas cátedras en la Universidad de Chicago en las áreas de Economía y Estadística. Desde 2010, es David Rockefeller Distinguished Service Professor.
También ha sido presidente de la Sociedad Econométrica (2007), miembro de la Fundación John Simon Guggenheim Memorial (1996-97) y director fundador del Milton Friedman Institute (2009-11). Desde 2014, dirige y copreside el Becker Friedman Institute. En Estados Unidos, es miembro de la Academia Nacional de Ciencia, la Academia Americana de las Artes y las Ciencias y la Asociación Financiera Americana.
Ha dirigido numerosas tesis doctorales y su publicación ‘Large sample properties of generalizad methods of moments stimators’ (1982) es una de las más citadas en el campo de la economía. Además, es autor de otros libros, entre los que destacan ‘Advances in economics and econometrics: theory and applications’ (2003) y ‘Robustness’ (2007).
Tras recibir el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en 2010, Hansen recibió el Premio Nobel de Economía en 2013.
Discurso
Economía, Finanzas y Gestión de Empresas, III edición
La vida de Lars Peter Hansen, premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2010 en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas, ha discurrido siempre en un entorno académico. Hijo de un profesor universitario, nació en 1952 en el condado de Champaign (Illinois, Estados Unidos), un enclave al estilo de las antiguas sedes universitarias europeas donde la familia residía porque su padre impartía clases en la Universidad de Illinois. Siguiendo los pasos de la carrera paterna se trasladaron después a Utah, en cuya universidad estudió Hansen. Allí descubrió la afición por el esquí, que puso a prueba su tenacidad, y vivió la experiencia de la gestión, ya que ayudó a dirigir una explotación familiar de casi cuarenta hectáreas en las que cultivaban cebada, alfalfa y avena.
Pero, sobre todo, fue en Utah donde gracias a tres de sus profesores, Hansen comenzó a apasionarse con las materias que han marcado su vida: las Matemáticas, con las pautas de Mike Windham; la Economía, gracias a Bartell Jensen, y la Historia, que descubrió a través de Doug Alder.
Posteriormente consiguió su doctorado en Económicas por la Universidad de Minnesota, donde trabajó con Thomas J. Sargent y Christopher A. Sims, dos referentes por sus contribuciones a la Macroeconomía y la Econometría. La experiencia de Hansen en Minnesota durante la década de los setenta sirvió para reafirmar su vocación investigadora. Su primer trabajo lo obtuvo en 1978 en la Universidad de Carnegie Mellon, donde compaginó enseñanza e investigación, para luego trasladarse en 1982 a la Universidad de Chicago, donde desde 1984 ha ocupado distintas cátedras.
A la impronta de sus maestros se sumó la coincidencia en el tiempo con el desarrollo de nuevos avances en la Estadística Matemática, que Hansen tuvo la habilidad de aprovechar y aplicar a su investigación económica. Frente al esquema tradicional que formulaba modelos macroeconómicos para un conjunto amplio y exhaustivo de variables, su planteamiento incorporaba como novedad que se centraba en un aspecto concreto: la relación entre la variación en el tiempo del consumo y el comportamiento del precio de los activos financieros o los tipos de interés. Esta conexión entre la teoría económica y la evidencia empírica es un rasgo distintivo en su trayectoria, y así fue destacado por el jurado de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2010, aunque realmente la contribución por la que ha recibido el galardón es una metodología derivada de dicho análisis.
Quizá fue Hansen el primer sorprendido al comprobar que los resultados de esa línea de investigación le permitían hacer una abstracción matemática del método estadístico utilizado, que era extrapolable para analizar con fiabilidad otras cuestiones concretas. Lo que sin duda no esperaba fue el éxito y la trascendencia del artículo científico que publicó en 1982 en ‘Econometrica’, en el que trasladaba este hallazgo bajo la denominación de Método Generalizado de Momentos. El conocido coloquialmente entre los economistas como Método Hansen ha logrado una influencia que va mucho más allá de su enorme índice de impacto por citas en otras publicaciones. No solo es materia obligada en las aulas universitarias de todo el mundo, sino que los analistas macroeconómicos o financieros trabajan hoy día con paquetes informáticos que lo incorporan de serie.
Buena prueba de cómo ha trascendido su contribución es que una de las publicaciones de referencia para los expertos, ‘Journal of Business and Economics Statistics’, dedicó en 2002 un número especial conmemorativo de los viente años de la publicación del artículo de Hansen y otra, ‘Journal of Econometrics’, está haciendo lo propio para los treinta años. Sin duda, los economistas consideran que su trabajo sigue plenamente vigente y no ha sido superado.
Pero la meta final de Hansen era ofrecer un instrumento para el diseño de políticas económicas. Y, si se tiene en cuenta que los bancos centrales están de hecho aplicando su método con el fin de estimar los modelos utilizados para fijar los tipos de interés, cabe concluir que también en este sentido lo consiguió.
Si el Método Generalizado de Momentos marcó la primera parte de su carrera, los últimos años han estado guiados por una palabra: ‘robustez’. Aunque se entiende como una segunda línea de investigación, existe una continuidad entre ambas etapas, ya que analizando el comportamiento del mercado financiero, Hansen busca inferir cómo funciona la macroeconomía. Parte de que los precios de los activos financieros reflejan lo que los agentes económicos piensan de la marcha de la economía en su conjunto y pretende sistematizar las pautas que dichos agentes aplican informalmente.
Su objetivo es ofrecer reglas de decisión robustas que no dependan del modelo macroeconómico para ser eficaces. En 2007, junto a Sargent, plasmó esta línea de trabajo en ‘Robustness’, uno de sus libros más reconocidos.
El jurado de los Premios Fronteras ha destacado de Hansen “su contribución fundamental para que comprendamos cómo los actores económicos hacen frente a entornos cambiantes y de riesgo. La potente estructura estadística que desarrolló para tratar de forma empírica este asunto, conocida como Método Generalizado de Momentos, es hoy el método clásico en Econometría”. Sobre su línea de investigación actual, él mismo la explicaba al conocer la noticia del premio: “Trabajo sobre el modo de reflejar el crecimiento macroeconómico en un mecanismo robusto de fijación de precios. Estoy interesado en estudiar cómo las fluctuaciones macroeconómicas y el crecimiento se reflejan en los precios de los activos financieros”.
Si el mundo académico es una constante en la vida de Hansen, también lo ha sido el contacto con la naturaleza. Una vez afincado en Chicago buscó un refugio en el bosque para compartirlo con su familia y amigos. Hansen se muestra orgulloso de cómo su padre cultivó un jardín en el que destacaban dos estanques con peces, patos de Florida, garzas azules y tortugas mordedoras. Hace años que lo sustituyó por otro enclave que le permite esquiar en algunas de las pistas más difíciles del país. En verano prefiere largas caminatas por las montañas, entre alces y animales salvajes, o conducir su vehículo por los parques nacionales del Grand Teton y Yellowstone.
Así, entre la investigación, la docencia, su familia y sus aficiones reparte su tiempo Hansen. Desde 2008 ha asumido, además, la responsabilidad como director fundador del Milton Friedman Institute for Research in Economics de la Universidad de Chicago.