NOTICIA PREMIOS FRONTERAS DEL CONOCIMIENTO

El Instituto de Investigación del Desarrollo gana el Premio Fronteras del Conocimiento por identificar científicamente las carencias de la cooperación internacional a gran escala

Este centro de la Universidad de Nueva York ha estudiado las actuaciones de las agencias nacionales de cooperación y ha demostrado que no existe relación directa entre el aporte de fondos y la eficacia sobre el terreno. Sus investigaciones ofrecen nuevas perspectivas sobre los retos de la cooperación al desarrollo, como la eficacia real de los microcréditos o los efectos paradójicos de la fuga de cerebros. Los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento se sitúan entre los más importantes a escala internacional por la variedad de disciplinas que cubren y por su dotación económica total -3,2 millones de euros anuales-. A cada categoría le corresponden 400.000 euros

29 enero, 2010

Perfil

Instituto de Investigación del Desarrollo

Entrevista

William Easterly y Yaw Nyarko decidieron implementar los sistemas de investigación más avanzados en el terreno económico y social.

El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cooperación al Desarrollo ha sido concedido en su segunda edición al Instituto de Investigación del Desarrollo (Development Research Institute, DRI, en inglés) de la Universidad de Nueva York, por “su contribución al análisis de la aportación extranjera en la ayuda humanitaria y por cuestionar las creencias comúnmente aceptadas sobre la cooperación al desarrollo”, señala el acta del jurado.

Este instituto estadounidense, fundado en 2003, dedica su actividad a investigar el crecimiento económico de los países en vías de desarrollo y asesorar a las organizaciones dedicadas a la cooperación.

La falta de eficiencia de las actuaciones a gran escala queda resumida en una reflexión de Easterly: “Es una tragedia que Occidente haya gastado 2,3 billones de dólares en cooperación al desarrollo durante las últimas cinco décadas y que todavía no haya logrado conseguir medicinas de doce centavos para prevenir la mitad de la mortalidad infantil por malaria. Occidente ha gastado 2,3 billones y no ha logrado darles a las familias pobres unas mosquiteras de cuatro dólares”.

La labor del DRI se caracteriza por su visión renovadora del análisis de la ayuda al desarrollo y por contribuir a una mejor utilización de las aportaciones económicas de los países ricos a las naciones en vías de desarrollo. En concreto, los resultados de sus análisis contradicen algunas creencias arraigadas en la ayuda al desarrollo, como la que determina que un mayor aporte económico por parte de los países ricos conlleva necesariamente un mayor desarrollo en el país receptor de la ayuda.

“En una época en la que se llama a los países ricos a que aumenten su gasto en ayuda, el DRI ha hecho suya la misión de asegurarse de que esos recursos no se malgasten y de que el asesoramiento político resulte efectivo”, afirma el jurado, que destaca como rasgo distintivo del DIR su énfasis en que las organizaciones de ayuda al desarrollo y las agencias nacionales de cooperación rindan cuentas de su eficacia. De hecho, el DRI publicó en 2008 una clasificación de las agencias internacionales de cooperación según indicadores de eficacia y transparencia.

El DRI está codirigido por los profesores de Economía de la Universidad de Nueva York William Easterly (1957, Morgan Town, Virginia Occidental, EE. UU.) y Yaw Nyarko (1960, Accra, Ghana). Easterly es doctor en Economía por el Instituto Tecnológico de Massachussets y experto en política económica del desarrollo y en estudio de la eficacia de la cooperación internacional. Ha desarrollado su labor en numerosos países y regiones en vías de desarrollo, especialmente en África, América Latina y Rusia. Por su parte, Nyarko, está considerado uno de los principales economistas teóricos de origen africano, es director adjunto del Journal of Economic Theory, y consultor para el Banco Mundial y Naciones Unidas.

Rompiendo estereotipos sobre la fuga de cerebros y los microcréditos

A diferencia del resto de instituciones dedicadas a la investigación de la ayuda al desarrollo, el DRI no sólo cuantifica la eficiencia de las intervenciones humanitarias a gran escala sino que también ofrece soluciones para mejorar la distribución de las donaciones. Y es que, en un primer lugar y según demuestran sus investigaciones, el destino de las aportaciones de ayuda humanitaria no puede ser dirigido de forma exclusiva por los gobiernos foráneos o las organizaciones supranacionales. Antes al contrario, deben tenerse muy en cuenta las peculiaridades sociales, culturales y económicas de la población local receptora, para determinar tanto el destino como la forma en la que deben invertirse los recursos.

“Realmente, el desarrollo se lleva a cabo cuando es la gente [que recibe la ayuda] la que que identifica la solución a sus problemas”, señaló Easterly al conocer la concesión del premio. En este sentido, los análisis del DRI constatan que los grandes planes de desarrollo impulsados por los países ricos y las grandes agencias supranacionales (Naciones Unidas y Banco Mundial, entre otras) no resultan eficientes.

Así, y a modo de ejemplo, los microcréditos “pueden funcionar muy bien en algunas regiones, pero no así en otras. Pero desde luego, no funcionarán cuando se contemplan como parte de un gran plan de desarrollo”. La razón, como confirma el DRI, estriba en la ausencia de las necesarias adaptaciones a las circunstancias locales de cada país o región. Para llegar a esta conclusión, el DRI ha analizado las 346 principales instituciones dedicadas a las microfinanzas del mundo y a sus 18 millones de beneficiarios activos.

Las investigaciones del DRI cuestionan también la visión tradicional, muy negativa, sobre el fenómeno de la ‘fuga de cerebros’. Como explica Easterly, “la fuga puede resultar positiva para los países pobres, ya que quienes han emigrado pueden volver a sus naciones de origen con nuevos conocimientos en finanzas o tecnología, así como con acuerdos comerciales”.

En lo que respecta a la valoración de la eficacia de las acciones humanitarias, el DRI ha criticado con insistencia que exista poca información y feedback entre los donantes y los beneficiarios. Por ello, ha creado la Aid Watch Initiative, una plataforma digital en la que tanto investigadores como políticos, observadores y cooperantes pueden intercambiar información sobre sus distintas actuaciones.

Principales premios internacionales en Cooperación al Desarrollo

Los Premios Fronteras del Conocimiento reconocen la investigación y creación cultural de excelencia. Por su dotación económica, 3,2 millones de euros anuales, y la amplitud de disciplinas cubiertas, esta familia de galardones se sitúa entre los más importantes a escala internacional. Su rasgo distintivo, no obstante, es su estrecha vinculación con los retos científicos, tecnológicos, sociales y económicos del presente siglo. Así, son los primeros que incluyen categorías dedicadas a Cambio Climático; Cooperación al Desarrollo; Tecnologías de la Información y la Comunicación; o Ecología y Conservación de la Biodiversidad. También se reconocen las contribuciones especialmente significativas en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas; Ciencias Básicas; Biomedicina, y Música Contemporánea.

En la edición inaugural de 2008 el galardón en esta categoría de Cooperación al Desarrollo recayó sobre el Laboratorio de Acción contra la Pobreza Abdul Latif Jameel (J-PAL), del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

El jurado ha estado presidido por Alejandro Portes, catedrático de Sociología en la Universidad de Princeton (Estados Unidos), y ha contado como secretario con José García Montalvo, catedrático de Economía y director del Departamento de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona, España). Han formado parte también del jurado Norman Loayza, ‘lead economist’ en el Grupo de Investigación del Desarrollo del Banco Mundial (Washington, Estados Unidos); Jonathan Morduch, catedrático de Políticas Públicas y Economía de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos); Francesco Caselli, catedrático de Economía de London School of Economics and Political Sciences, y Francisco Pérez, director de investigación del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).