NOTICIA PREMIOS FRONTERAS DEL CONOCIMIENTO
Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento a Richard Alley, el mejor ‘intérprete’ del hielo, donde encontró las pruebas de cambios climáticos bruscos
El glaciólogo estadounidense Richard Alley es el ganador de la VII edición del premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático, por su “Investigación pionera” sobre el “comportamiento del hielo y sus implicaciones para los cambios abruptos en el clima”, según el acta del jurado.
9 enero, 2015
Miquel Canals, miembro del jurado, ha destacado que Alley “es el mejor intérprete del hielo. Aunque otros trabajan en algunos aspectos de este campo, él ha completado el círculo: ha leído en el hielo la historia de la atmósfera, incluidos los cambios abruptos, ha explicado los mecanismos de formación y deformación del hielo, y cómo interactúa con el clima. Explica el presente manteniendo abierta una ventana al pasado y analizando la posible evolución futura de las grandes masas de hielo del planeta”.
El hielo es un auténtico archivo del clima. Alley ha investigado con muestras, “testigos” de hielo, que revelan, por ejemplo, la composición de la atmósfera hace miles de años. Logró un registro tan preciso que reconstruyó la historia del clima año a año en regiones como Groenlandia. Alley ha descubierto así varios periodos, dentro de los últimos 12.000 años, en que las temperaturas medias en amplias regiones del planeta han cambiado hasta una decena de grados en menos de tres años. Hasta entonces no había evidencias de que las variaciones climáticas en ese intervalo de tiempo pudieran ser tan abruptas.
Richard Alley (Ohio, 1957), catedrático de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE. UU.), declaró ayer sentirse “muy feliz” al recibir por teléfono la noticia. “La lista de anteriores ganadores constituye un grupo impresionante”. En su opinión, “con este premio la Fundación BBVA contribuye a hacer más patente para todo el mundo el hecho de que las ciencias ambientales contribuyen enormemente a nuestro bienestar”.
Una carrera ligada al hielo
Alley se doctoró como geólogo en la Universidad de Wisconsin-Madison, en 1987. Se formó también como físico, y en ciencia de materiales. Ya en su primer año de universidad, en 1977, consiguió un trabajo de verano con un glaciólogo que investigaba los niveles de radiactividad que los ensayos de bombas atómicas habían dejado en el hielo antártico y de Groenlandia. “Desde entonces no he dejado de trabajar en el hielo”, contaba ayer.
Obtuvo su primer resultado de investigación antes incluso de doctorarse. Había empezado a estudiar cómo la nieve se transformaba en hielo en los casquetes polares. Estudiaba la densidad de la nieve, el tamaño de los granos, su movimiento y otras características. Así, con solo treinta años estableció un nuevo paradigma sobre cómo funcionan los glaciares, cómo fluyen y cómo responden al cambio climático.
También “desarrollé la capacidad de reconocer capas anuales en los testigos de hielo que estudiamos”, explicaba ayer. “Cuando fuimos a Groenlandia a perforar el hielo logré extraer de los testigos más información de la que se había obtenido hasta entonces, y así elaborar una cronología más precisa de los cambios climáticos”. Así fue cómo, en 1993, descubrió que durante el periodo de enfriamiento conocido como Younger Drias, hace entre 12.800 y 11.500 años, las temperaturas en el Atlántico Norte habían variado una decena de grados en pocos años. Años después identificó otro fenómeno similar hace 8.200 años.
“Nos sorprendió mucho que fuera tan rápido”, afirma. “Y esto encierra un mensaje más amplio para el público en general: cuando pensamos en el cambio climático normalmente dibujamos una curva suave, pensando que lo veremos venir y podremos prepararnos. Pero eso es ser muy optimistas. Creo que es más prudente seguir el dicho de ‘esperar lo mejor, pero preparándonos para lo peor’. Asumir que siempre va a ocurrir lo mejor puede no ser lo más razonable”. El principal mensaje que él querría trasladar a la sociedad es el siguiente: “Estaríamos mucho mejor si planificáramos teniendo en cuenta nuestro conocimiento científico sobre el cambio climático”.'Estaríamos mucho mejor si planificáramos teniendo en cuenta nuestro conocimiento científico sobre el cambio climático'
En la actualidad Alley sigue investigando en el comportamiento del hielo. Ha participado en más de una decena de campañas en Groenlandia y la Antártida, y en glaciares en todo el mundo. Una de las áreas en que concentra su esfuerzo es la Antártida Occidental, donde según las evidencias acumuladas es más probable que se dejen sentir los efectos del cambio climático sobre la estabilidad de los glaciares –algo que de ocurrir tendría consecuencias globales-.
Además, se ha convertido en uno de los comunicadores de clima con mayor impacto, como señala el acta: “El trabajo de Alley y su extraordinaria capacidad de dar a conocer la ciencia del sistema climático han servido para advertir a la sociedad de los riesgos derivados de la desintegración rápida de los mantos de hielo y de los cambios climáticos bruscos a escala regional que pueden existir en un planeta en proceso de calentamiento”.
Jurado internacional
El jurado ha estado presidido por Bjorn Stevens, director del Instituto Max Planck de Meteorología (Alemania), actuando como secretaria Sandrine Bony, investigadora principal del Laboratorio de Meteorología Dinámica del Centro Nacional de Investigación Científica de la Universidad Pierre y Marie Curie (Francia).
El resto de miembros son Miquel Canals, director del Departamento de Estratigrafía, Paleontología y Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona; Carlos Duarte, director del UWA Oceans Institute de la Universidad de Australia Occidental (Australia); Martin Heimann, director del Departamento de Sistemas Biogeoquímicos del Instituto de Biogeoquímica Max Planck (Alemania), y Edward S. Rubin, catedrático del Departamento de Ingeniería y Políticas Públicas de la Universidad Carnegie Mellon (Estados Unidos).