Steven Holl (Bremerton, EE UU, 1947) es profesor en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Columbia. Conocido como “el más europeo de los arquitectos americanos” por su acercamiento humanístico a la creación arquitectónica, Holl estudió arquitectura en la Universidad de Washington, en Seattle, en Roma y en la Architectural Association de Londres. Posteriormente, se instaló en Nueva York, donde empezó a destacar por su trabajo con viviendas familiares y sus diseños experimentales, tanto a pequeña como a gran escala.

Ha trabajado en Estados Unidos, Europa y Asia, especialmente en Japón. Entre sus diseños más importantes, que destacan por su respeto al entorno histórico-cultural del edificio, destacan las residencias universitarias Simmons Hall en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, el Museo de Arte Nelson-Atkins en Kansas, la Capilla de San Ignacio en la Universidad de Seattle y la ampliación del Instituto de Ciencias Cranbrook en Michigan (todas en EEUU), el Museo de Arte Contemporáneo de Helsinki (Finlandia) y el complejo residencial Makuhari (Japón).

Actualmente cuenta con dos estudios situados en Nueva York y en Pekín, donde construye el proyecto ‘Linked Hybrid’, un espacio de 220.000 metros cuadrados ubicado muy cerca de la Ciudad Prohibida.

“Creo que la relación de todas las artes se hace patente especialmente en la arquitectura”.

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Al recibir la noticia, Steven Holl ha declarado sentirse “muy impresionado, porque desconocía por completo la nominación. Pero como profesor de arquitectura me siento muy honrado por recibir un premio que concede tanta importancia a la interrelación de las artes”. Holl describe así su visión sobre su trabajo: “Creo que la relación de todas las artes se hace patente especialmente en la arquitectura, y es en la arquitectura donde alcanza su mayor dimensión. En mi entorno hay pintores y videoartistas, y me siento muy familiarizado con otras artes”.

Vanguardia con sentido social

El jurado del premio ha reconocido “la posición de vanguardia del trabajo de Steven Holl a lo largo de más de 30 años de práctica profesional, dentro de unos cánones disciplinares de gran coherencia y rigor”, así como “la proyección internacional de su trabajo, su visibilidad en distintos foros culturales y su presencia en entornos académicos de prestigio”.

Según el acta del jurado, en el trabajo de Holl sobresale un “lenguaje propio y una identidad reconocible”, un lenguaje que “ha sabido salvaguardar el paso del tiempo lejos de contaminaciones formales o estilísticas”. Los proyectos de Holl destacan por su variedad: sus encargos, ya construidos o en proceso, “abarcan desde obras residenciales de pequeño formato a grandes intervenciones urbanas en todo el mundo”.

Por último, el acta del jurado subraya “los procesos de investigación formal, espacial y programática que desde una plástica personal continúa desarrollando” y el momento de “gran esplendor creativo” que demuestra el arquitecto estadounidense en la actualidad. El jurado deja constancia de que las obras de Holl están “al servicio de las necesidades sociales y culturales de hoy, sin cesar su presencia constante en la vanguardia arquitectónica”.

En esta primera edición del Premio Fronteras del Conocimiento en Artes, el jurado ha estado presidido por el crítico de música clásica Reinhard Brembeck, e integrado por los compositores Helmut Lachenmann y Luis de Pablo; los arquitectos Antón García-Abril y Ramón Sanabria; Armin Köhler, director del departamento del Festival de Música de Donaueschingen; el crítico de arte Richard Whitehouse; y Wulf Weinmann, director del sello musical alemán NEOS y secretario del jurado.